Practicante de este arte marcial desde hace 18 años, que queréis que os diga?.Para mí es una forma de vida, totalmente aplicable a los tiempos que corremos, tanto técnicamente como a nivel de armas y utensilios que tenían en sus inicios, los cuales podemos encontrar igualmente en nuestra vida cotidiana. Lo he tenido en todo momento presente en mi vida y a la vez me ha sido de gran utilidad en momentos difíciles en los que me he tenido que defender o simplemente evadir una situación haciendo uso de la psicología. De todas maneras, la clave está en el dojo, y no es porque sea una secta sino porque es un clan y un clan es una familia. Unido a esto, va el maestro o cabecilla del clan sin el cual esto no sería posible. Esta persona es la que lidera, enseña y transmite todo su potencial como persona y maestro. En nuestro caso somos únicos porque, aparte de nuestro interés tenemos un maestro que se preocupa de enseñarnos y de que aprendamos, reflejando en nuestros actos su sabiduría. Se han dado casos , que por desgracia los he podido vivir, en los que el maestro no solo no enseña sino que te hace perder las ganas de seguir adelante con una de las cosas más importantes para ti. De todas maneras este no es actualmente nuestro caso, aprendemos, nos divertimos, nos reímos y todo ello sin hacer daño a nadie. Hasta el próximo escrito, espero que mis compañeros secunden estas palabras, nuestro maestro sienta en parte pagado su esfuerzo y la vez interpreten estas palabras de corazón. Un saludo para todos. Dani.
No hay comentarios:
Publicar un comentario